La falta de infraestructuras obliga a subir las tasas de basura en Debabarrena

15 de febrero de 2016

El déficit provocado en GHK, por la decisión adoptada en la pasada legislatura de paralizar las infraestructuras previstas en el Plan de Residuos, ha obligado a subir un 20% la tarifa aplicada hasta la fecha para el tratamiento de basuras y a reducir las subvenciones otorgadas a la recogida selectiva de materia orgánica.

El déficit provocado en GHK, por la decisión adoptada en la pasada legislatura de paralizar las infraestructuras previstas en el Plan de Residuos, ha obligado a subir un 20% la tarifa aplicada hasta la fecha para el tratamiento de basuras y a reducir las subvenciones otorgadas a la recogida selectiva de materia orgánica. En concreto, la tarifa de tratamiento en alta pasa de 144,26 a 173,11 € por tonelada, mientras que la prima al bioresiduo baja del 50%, que se aplicaba con carácter general, a un porcentaje variable entre el 15 y el 35%. En el caso de la Mancomunidad de Debabarrena y aplicando las nuevas tarifas a las cantidades de residuos recogidas en 2015, la factura del tratamiento en alta pasa de 2.633.966 a 3.455.395 € lo que supone una diferencia de 821.429 €, que los ayuntamientos se verán obligados a repercutir en las tasas de basura que abonan los ciudadanos. La subida no será idéntica en todos los casos, porque se aplicará en función de las ordenanzas fiscales de cada municipio, pero se estima que oscilará entre un 10 y un 15% y la previsión es que comience a aplicarse, tras la modificación de las ordenanzas, a partir del segundo trimestre de 2016.

La subida de tarifas de tratamiento tiene su origen en la paralización de las obras del Centro de Gestión de Residuos de Zubieta, que incluye la planta de valorización energética. Las indemnizaciones a los adjudicatarios para que renunciasen al contrato y el pago de los seguros de tipo de interés (swaps), de un crédito que no se ha utilizado, han provocado un déficit de más de 40 millones de euros en GHK. Esta situación se ha comprobado con la auditoría de cuentas ordenada por los nuevos responsables del Consorcio, en la que se pone de manifiesto el desequilibrio financiero de la sociedad, que no había presentado sus presupuestos en los tres últimos años. El panorama se agrava porque los gastos incurridos no han servido para realizar las inversiones previstas y sigue siendo necesario abordar las infraestructuras para que Gipuzkoa disponga de una solución para sus residuos, sin depender de terceros ni hipotecar su futuro. Esta situación de déficit y necesidades de nuevos recursos, solo puede enfrentarse aumentando los ingresos con la subida de tasas y reduciendo los gastos y subvenciones, que son las decisiones adoptadas por la asamblea del Consorcio y que repercuten directamente en los costes que las mancomunidades deben asumir.

La Mancomunidad de Debabarrena ha valorado la necesidad de un compromiso para solventar este grave problema, sin frivolizar con una cuestión que afecta al medio ambiente y al bolsillo de los ciudadanos. En este sentido, su presidente ha manifestado que “Gipuzkoa necesita infraestructuras para tratar sus residuos. Lo ocurrido demuestra que ignorar esta realidad puede hipotecarnos económica y ambientalmente”; asimismo, ha añadido que “Si aumenta la recogida de bioresiduo, mejorará el reciclaje y el impacto de la subida será menor, por lo que es importante que toda la ciudadanía participe”.


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